Cada año viajamos al pasado para traer a nuestra memoria una gama de sucesos que hacen de ella un ejemplo de tesón para lograr el prestigio que hoy ostenta. Iniciemos, entonces, su glorioso periplo que se remonta a principios del año 1905 con el nombre de "Escuela Elemental", bajo la dirección de la distinguida dama barranquina, la señora Angélica Bahamonde de Bahamonde en su primer local ubicado en una pequeña cada de la Bajada de los Baños, donde se inicia como escuela unidocente. Posteriormente se traslada al local que dejara el colegio "San Luis", pero como el alumnado aumentaba se vieron en la necesidad de trasladarse a un local más grande ubicado en la calle Ayacucho.
Años más tarde se transforma en el Centro Escolar N° 445; ocupando un lugar más grande en la calle Salaverry, pasando pronto a un lugar más adecuado en la calle Luna Pizarro. En este local, de Centro Escolar se transforma en Escuela de Segundo Grado N° 445; donde se impartía la enseñanza en toda la Educación Primaria.
Y llegamos al término de se peregrinar. La década de los años 30; logrando establecerse en su actual local de la calle García y García.
¿Casona? - ¿Rancho? - ¿Palacete?
De todo un poco, la caprichosa casona que hoy observamos fue construida al filo del siglo pasado. Es una casona con historia, se dice que fue mandada a construir con fina madera por don José Cornejo, alcalde de Barranco por ese entonces. El edificio central, cuadrado de dos pisos, mostraba encaje de madera en las galerías que rodeaban los altos, y rematando, un mirador que en otros tiempos tuvo morisca media luna como veleta, por lo que se hizo conocida como "La casa de la media Luna". Fue la delicia de las alumnas al recorrer sus enormes habitaciones convertidas en aulas, subir por sus relucientes escaleras, pasear por los jardines, aspirar el perfume de sus frutales en flor y de las fragantes magnolias que desde los altos árboles se asomaban hasta el segundo piso.
¡Era realmente un templo del saber!
El sótano, que en su mejor momento albergó enorme cava para añejar vino hecho en el propio lagar, motivó y sigue motivando la curiosidad de la pequeñas, que le atribuyen situaciones fantasmales.
El viejo colegio, otrora mansión de acaudaladas personas, hoy cumple 111 años de vida Institucional y ofrece a su alumnado la misión que una vez la mujer tacneña cumplió, la de amar a la Patria hasta el sacrificio. Hoy en tiempo de paz, nos cabe la responsabilidad de hacerla grande y ese es el camino que nos orienta y que heredamos con el nombre TACNA. por eso hacemos denodados esfuerzos para hacerla competitiva en las diferentes áreas del saber en las que hemos alcanzado éxitos y participaciones destacadas, demostrando responsabilidad con nuestra herencia.
Deseamos también recordar con la gratitud que se merecen y el mérito que la historia de enuestro colegio les asigna a los directores que dejaron huella a su paso por nuestra Institución: En primer lugar a nuestra fundadora la señora Angélica Bahamonde de Bahamonde y a su hija Haydee; que desde su fundación se esmeraron porque creciera en calidad y en cantidad, el alumnado.
A la señora Violeta Cáceres que le tocó vivir y salir adelante en momentos muy difíciles a raíz del terremoto que asoló Lima en 1974.
A la señora Amanda Morote, bajo cuya dirección y empuje tesonero, nuestra Institución ostenta el glorios nombre de TACNA. Con la señora Gladys Cano se instituye la procesión de la Bandera y se crea el himno del colegio, cuya autoría corresponde a la profesora tacneña Elsa Eizaguirre.
En nombre del nivel primario, hacemos mención de la señora Hilda Cossar de Barrios que no midió esfuerzos para lograr el término de la infraestructura que da comodidad a las niñas de primaria.
El colegio, hoy, dirigido por la profesora Tania Seclén Chirinos, cuenta con una buena infraestructura donde se ofrecen las nuevas corrientes y enfoques pedagógicos y tecnología de punta a nuestros alumnos como el Centro de Recursos Tecnológicos "Una laptop por Niño" o el boletín escolar que periódicamente prepara e equipo de periodismo.
Esta es la historia de nuestro colegio que cumple 111 años, que está escrita en nuestros corazones y parafraseando a José Carlos Mariátegui diremos que: para recordar el pasado, construir el presente y proyectar el futuro.